miércoles, 1 de abril de 2020

Resistiré y también insistiré

No voy a reflexionar de por qué llegamos a donde estamos hoy, encerrados, sin poder salir a dar un paseo y respirar bajo el sol. Me voy a detener en eso de resistir, de tolerar o aguantar, de combatir deseos, de oponerse a la acción o violencia de una energía1. Resistiré, cantan muchos artistas conectados a través de pantallas mientras otros miramos y escuchamos cada palabra con lágrimas en los ojos. Resistiré toca la banda policial afuera de los hospitales y los médicos respiran y nosotros miramos y seguimos con el corazón arrugado. Resistiré es el himno mundial en este momento donde la realidad nos ha dado una patada en medio del estómago y nos ha puesto cara a cara con el presente (y también nos tiene prendidos a una pantalla).

Resistiremos y en el proceso de hacerlo, ¿nos estamos preguntando qué combatimos? Sí, un maldito virus que cruza fronteras sin necesidad de pasaporte y no aprendió ningún idioma pero está en boca de todos, tampoco lo podemos ver pero le tenemos más miedo que a nuestros más oscuros pensamientos, ese virus es nuestro enemigo, igual de agresivo que nuestra vanidad. Sigo pensando si además de resistir, vamos a poder, cada día insistir y volver la mirada a lo importante.

Pongámonos en el lugar del otro, decimos, seamos empáticos y menos egoístas, esto lo vamos a pasar juntos. ¿Cómo? Nadie sabe, menos yo. Y tampoco sé si se trata solamente de ponerse en el lugar del otro o si mejor empezamos poniéndonos en nuestro propio lugar y vamos descubriendo si en realidad lo que nos gusta es descubrirnos o mirar cómo ese otro nos mira que nos descubrimos, o mejor aún, cómo ese otro nos mira mirándonos. Resistiremos, no tengo duda, y milito la verdad de hacerlo en comunidad, y también sé que somos presos de nuestras debilidades y que cada forma de afrontarla es genuina.

Resistiremos, sí. Que cada uno siga y persista en lo que cree que debe, en lo que puede  y que cada día que pasa no sea uno menos, sea una suma y podamos re-significar algunos conceptos que nos tienen todavía con el nudo bien atado sin poder salir del encierro, no el físico, el otro, el más difícil. Insistamos.



2 comentarios:

  1. Esta crisis nos recuerda cruelmente la fragilidad de la vida humana. Por ahora sólo nos queda resistir, porque en las actuales circunstancias, resistir es vencer.

    ResponderEliminar
  2. Así es como un virus microscòpico pudo poner el mundo de cabeza, pero se qeu con aunque sea con unaedida de fe que sea como un grano de mostaza podremos enfrentar y salir victoriosos de esta situación. Vivir un día a la vez, disfrutando cada minuto, hora y segundo de nuestro día. Porque cada día mal vivido ya no volverá más, aunque estemos encerrados.

    ResponderEliminar