si te digo que te amo, es porque te amo y punto.
te amo al preparar el desayuno y cocinar el almuerzo para ponerlo en sus lancheras. también te amo cuando los tengo sentados sin escapatoria dándoles el sermón de cada mañana y ustedes ahí, amándome aunque murmuren y también un poquito me odien.
te amo cuando los veo y las abrazo, y veo a sus hijos y también los abrazo mientras me dicen tía 'Doti'.
te amo a vos con tu cabello blanco y tu ejemplo, ese que te empeñas en sostener aunque te confieso que te amo con todos tus errores, de ahí también aprendo.
te amo de amarte y dejar que me ames, con licencias poéticas y re-significación de palabras. te amo en nuestras charlas chotas y complacientes.
te amo cuando sé que es lo que vas a responder, porque sos mi amiga del alma y puedo leer tus gestos.
te amo cuando no sé qué hacer y cómo solucionar las cosas.
te amo al besarlos cada miércoles en media clase y ustedes sentados en sus sillas de ruedas diciéndome con señas que también me extrañaron, te amo al frenar en la línea cebra y también al decirte "muchas gracias" cuando me alcanzas la factura en el súper.
te amo cuando me entero que alguien se fué y la piel se me estremece porque a veces no entiendo bien la muerte, te amo cuando me tomo un café con ustedes y confabulamos a favor de lo sencillo y preferimos la compañía de los imprescindibles a los brillos de los títulos fabricados.
y así te amo, en cada paso y cada suspiro...en todo el verde y el azul también (el azul del cielo, por si acaso) en cada persona, en todas las formas, aunque me enoje y reniegue, aunque no sepa y tenga que aprender...aunque lo único que tenga es mi gana esta, un poco obsesiva, de amarte.
te amo vida mía, sí vida, hasta que me alcances y después seguramente también.
(en el Pantanal boliviano)